Siguiendo sus instintos, su deseo de volver a la naturaleza y su odio hacia la sociedad se aisló durante 30 años.
Los primeros 5 años estuvo adaptándoselos a la vida de ermitaño y los otros 25 leyendo sobre filosofía, matemáticas, historia y preguntándose acerca de lo que significa estar vivo además de escuchar muchísimos cassettes de los 80 que compró por $10 pesos en marketplace.
Cuando volvió a la sociedad quizo aconsejar a un grupo de jovenes que se encontraban en un parque grabando videos.
Llegó y les dijo:
- "Muchachos, lo que tienen que hacer para ser felices en la vida es nunca compararse con alguien mas"
y uno de los muchachos le contesta:
- "Cállese ruco imbécil, está echando a perder el video"
luego el ruco imbécil se voltea y empieza a hablar con una ardilla.
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