Después de 9 años de novios y 3 de casados, en una tarde de domingo de un verano caluroso, el temperamento del esposo irrumpe con la tranquilidad del hogar al decir:
- ¿Sabes qué querida? Tengo que decirte la verdad ahora mismo, me he mantenido estoico con mis desiciones pero hoy tengo que serte franco, hace 12 años cuando nos pusimos de novios, lo hice por que mis amigos me retaron, me apostaron que no te invitaba a salir y lo hice, pero esa subida de adrenalina se convirtió en curiosidad, seguido de cariño y el resto es historia, no se si podamos continuar sabiendo que mi intenciones nunca fueron crecer contigo y cuidar de ti, lo siento mucho.
- Bueno, ya que has sido tan honesto, creo que es hora de que yo también te diga la verdad, nunca te quise, ni antes, ni hoy y no creo hacerlo en un futuro, eres muy desagradable y solo acepté salir contigo por que quería robarme la receta del soberbio caldo de queso que durante años ha estado tan celosamente protegida en tu estirpe. Hasta ahora llevo: Papa, cebolla, medio trozo de ajo, un puñado de sal, una bolita de pimienta y chile verde. Y después de 12 años solamente me falta un ingrediente para completarla.
- ¿Queso? - Preguntó el marido emocionado, para luego entristecerse inmediatamente.
