Y ella, con su maldita actitud de no me importa nada, solo se esforzaba por hacerme sentir mal de alguna u otra manera.
Entonces después de algún tiempo y con el corazón un poco roto le pregunté que si porque actuaba de esa manera, que si por que se empeñaba tanto en hacerme batallar y la traté de dejar pensando con una pregunta retórica "¿Te soportarías a ti misma si fueras otra persona?"
Creí haber hecho bien mi trabajo hasta que ella respondió "No y no me importa" y me hirvió la sangre, qué maldita desconsideración, qué estupidez, ni siquiera es divertido, me enojé "¿Por que sigo batallando con esta pinchi morra?"
Y ya en la parada del camion de vuelta a mi casa cuando me subí el chofer no me cobró y llegando me pude comprar unos chetos de bolita "Hay más peces en el mar" pensé con ahínco y los dedos llenos de restos de chetos
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