Una vez fui con mis amigos a una fiesta y llevábamos un curón en el carro acá todos animados y diciendo puras pendejadas graciosas y ya cuando llegamos todo estaba bien cagado, hasta se nos bajaron los ánimos a todos de lo zurrada que estaba la fiestesita, yo traté de sacar la cura y pasarla bien pero se calentó la cheve y me puse a llorar.
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