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martes, 11 de septiembre de 2012

Time falls (scared of changes)

Y ya no está. Recargado en un sueño y con los oídos totalmente apagados no puedo evitar pensar en volver a esa ultima escena que tuvimos. Un penúltimo odio colapsado hacia absolutamente todo.

Cierro los ojos y regreso al momento exacto en que las palabras eran como navajas a 100 km/h que rosaban la circunferencia de las emociones. Porque un instante así solo existe una vez, entonces sueltas todo lo que puedes para causar una marca en el tiempo. Siempre dicen que la primera impresión es la que cuenta, yo digo que la ultima es la importante.

Y aun no puedo formular lo que debía de ir en lugar del silencio que quedo al final en mi boca. Aun en mi mente me quedo absurdamente mudo, me quedo abrumado por el golpe emocional que recibió mi cerebro. No puede ser, nada de eso fue parte de mi maldito plan.

Tu nombre era todo lo que quería decir antes de que desaparecieras, pasó por mi un millón de veces pero mi lengua pesaba una tonelada y el odio empezó a llover a mi alrededor. Decirte las cosas sin que pasaran por un filtro, dejar el perfil, toda la indiferencia a un lado y decirte lo mucho que te necesitaba, pero de nuevo recordé a quien tenía de frente.

Es lo que veo en mi mente. Y de ahora en adelante la presencias del otro sera como una horrible infección que recorrerá la esencia de cualquier lugar, incomodando los sentidos. Inevitablemente.

En pocas palabras ojala se te quede tirado el carro.

Tenía que terminar con alguna pendejada, está muy idiota si lo dejaba así.